La abdominoplastia y el método Manuela Shala

Inmediatamente después de la cirugía de abdominoplastia, uno de los aspectos más importantes que suele preocupar a los pacientes es el manejo del edema. El edema es la hinchazón causada por la acumulación de líquido en los espacios intersticiales.

El edema es la primera respuesta inflamatoria del cuerpo al traumatismo quirúrgico, y en la abdominoplastia se desprenden grandes compartimentos musculares y fasciales. Durante la operación, se seccionan muchos vasos linfáticos, por lo que es necesario llevar una faja elastocompresiva específica inmediatamente después de la operación. El tiempo de reabsorción de la hinchazón es muy variable, oscilando entre 30 días de postoperatorio y algunos meses, y a menudo el paciente siente molestias y preocupación porque el aspecto estético también se ve afectado, junto con la molesta pesadez bajo el ombligo o a veces incluso de la región suprapúbica. Evidentemente la hinchazón así como la reabsorción dependen de los factores propios del paciente y de las complicaciones que puedan haber ocurrido, por ejemplo una piel muy flácida típica de las diástasis post-bariátricas producirá más edema que aquellas con una piel más compacta.

Pero no te desanimes.

Existen masajes específicos de drenaje linfático que el profesional puede realizar de acuerdo con el cirujano plástico. Uno de los masajes más eficaces y completos es el Método Manuela Shala. Después de la operación, de acuerdo con su cirujano plástico, puede someterse a sesiones de masaje de drenaje linfático según el método Manuela Shala y ayudar a su cuerpo a eliminar las toxinas, los residuos y el mal líquido.

Y no sólo eso.

El método de Manuela Shala no sólo ayuda a drenar los malos fluidos del cuerpo, sino que también ayuda a su proceso de curación. De hecho, los masajes de drenaje linfático tienen una importante función de ayuda a la curación postoperatoria.